El aroma del deseo: por qué ciertos olores te excitan
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¿Te ha pasado que hueles algo y de inmediato te vienen recuerdos, sensaciones o incluso ganas?
No es coincidencia: el olfato está directamente conectado con las zonas del cerebro que regulan la memoria y las emociones. Por eso un aroma puede despertar deseo, ternura, calma o incluso poner el cuerpo en modo “fuego”.
Cuando olemos, las partículas aromáticas llegan a una parte del cerebro llamada sistema límbico, donde viven la emoción, la memoria y el placer. Así que sí, un simple olor puede activar recuerdos intensos y hasta despertar fantasías que tenías dormidas.
El deseo también huele.
Algunos aromas estimulan el cuerpo porque evocan sensaciones específicas. Por ejemplo:
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Sándalo: su olor cálido y amaderado transmite seguridad, contacto piel con piel y ese calorcito que invita al roce.
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Vainilla: dulce, suave y envolvente, despierta ganas de abrazar, besar y dejarse llevar. Es el aroma del cariño que se transforma en deseo.
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Jazmín: floral y penetrante, se asocia con la excitación y la energía sexual femenina. Tiene ese “algo” que despierta la piel y el ánimo.
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Canela: picante y estimulante, sube la temperatura y mejora la circulación. Ideal para noches donde todo se siente más intenso.
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Ámbar: profundo, misterioso y sensual. Ese tipo de olor que te deja pensando en quién lo llevaba.
La magia está en combinar aromas que te hagan sentir cómoda, sensual y segura. Porque cuando el cuerpo se relaja y el cerebro se estimula, el placer fluye más fácil.
Tip Rosada: prueba rociar unas gotas de room splash con feromonas o usar una vela aromática antes de un encuentro. Deja que el ambiente haga su parte… y el resto vendrá solito.