10 datos oscuros y eróticos de culturas antiguas que te sorprenderán
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La historia del erotismo está llena de secretos que pocos se atreven a contar. Antes de que existieran los tabúes modernos, el placer era un acto mágico, espiritual o incluso sagrado. En distintas épocas, la sexualidad fue vista como una fuerza capaz de crear, destruir y transformar.
Prepárate para descubrir 10 datos oscuros y eróticos de culturas antiguas que te van a sorprender… y quizá inspirar.
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La Edad Media y el demonio del placer
Durante siglos, se creyó que las mujeres que disfrutaban demasiado del sexo estaban poseídas por el demonio. Se decía que su deseo era una señal de brujería y muchas fueron perseguidas por ello. Lo que en realidad ocurría era simple: las mujeres que conocían su placer representaban poder, y eso asustaba a una sociedad que no sabía qué hacer con tanta libertad femenina. -
Tlazolteotl: la diosa azteca de la lujuria y el perdón
Entre los aztecas, existía una diosa llamada Tlazolteotl, conocida como “la comedora de inmundicias”. Era la deidad de la lujuria, del deseo carnal y de los pecados sexuales… pero también la que podía perdonarlos. Una figura tan contradictoria como fascinante: la que incitaba el placer, también podía purificarlo. -
Samhain: el Halloween original (y muy ardiente)
Antes de las calabazas y los disfraces, los celtas celebraban el Samhain, un ritual ancestral que marcaba el final del verano. En esas noches se encendían velas negras y rojas para atraer la pasión, el deseo y la fertilidad. Era una mezcla de magia, fuego y erotismo: la versión más sensual del actual Halloween. -
Afrodisíacos secretos bajo la ropa
En la Edad Media, muchas mujeres llevaban pequeñas bolsitas escondidas bajo sus vestidos con hierbas afrodisíacas como canela, clavo o lavanda. Creían que su aroma atraía amantes secretos o encendía el deseo de quien se acercara demasiado. Una especie de perfume prohibido que, sin saberlo, fue el antepasado de los feromonas actuales. -
El murciélago, símbolo del deseo
Aunque hoy lo asociamos a lo spooky, en muchas culturas antiguas el murciélago representaba el deseo, la regeneración y la fertilidad. Su capacidad de moverse en la oscuridad lo conectaba con lo oculto, lo instintivo y lo sexual. Un verdadero amuleto erótico con alas. 🦇 -
Egipto y la creación a través del placer
En la mitología egipcia, el dios Atum creó el universo masturbándose. Su semen dio origen a la vida y por eso la masturbación era vista como un acto divino. Un recordatorio ancestral de que el placer también puede ser creación. -
Los templos del deseo en la India
En los templos de Khajuraho hay esculturas que muestran orgías, besos, caricias y posturas sexuales. Para la cultura india antigua, el erotismo era una forma de conectar el cuerpo con lo divino, no algo que debía esconderse. -
Los rituales de unión en Babilonia
En Mesopotamia existía la ceremonia del “matrimonio sagrado”, donde una sacerdotisa se unía sexualmente con el rey para garantizar prosperidad al reino. El placer como fuente de poder y abundancia. -
El arte erótico japonés del shunga
Entre los siglos XVII y XIX, en Japón se popularizó el shunga, una serie de grabados eróticos que se regalaban como amuletos de buena suerte o iniciación sexual. Eran explícitos, sensuales y considerados una forma de arte. -
Las brujas y sus rituales placenteros
Durante los juicios por brujería, se decía que las mujeres se untaban con ungüentos “satánicos” que las hacían volar. En realidad, eran mezclas de hierbas afrodisíacas y alucinógenas que producían sensaciones intensas y liberadoras. La supuesta “posesión” era, en verdad, un viaje de placer y autonomía.
Desde los templos antiguos hasta los aquelarres medievales, el erotismo siempre ha estado ahí: oculto, prohibido, pero latiendo en cada rincón de la historia.
Porque el deseo no es pecado… es poder, magia y conexión.
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